...la Biblia de Jerusalén
I Corintios 12, 20-24
20 Ahora bien, muchos son los miembros, mas uno el cuerpo.
21 Y no puede el ojo decir a la mano: «¡No te necesito!» Ni la cabeza
a los pies: «¡No os necesito!»
22 Más bien los miembros del cuerpo que tenemos por más débiles,
son indispensables.
23 Y a los que nos parecen los más viles del cuerpo, los rodeamos de
mayor honor. Así a nuestras partes deshonestas las vestimos con mayor
honestidad.
24 Pues nuestras partes honestas no lo necesitan. Dios ha formado el
cuerpo dando más honor a los miembros que carecían de él,